EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA Y
LA RECONCILIACIÓN
Este sacramento es llamado de la Penitencia, de la Reconciliación , del Perdón, de la Confesión y de la Conversión.
Implica
el dolor y el rechazo de los pecados cometidos, el firme propósito de no pecar más,
y la confianza en la
ayuda de Dios.
Los elementos esenciales del Sacramento de la Reconciliación son dos:
los actos que lleva a cabo el hombre y la absolución del sacerdote, que concede el perdón en
el
nombre de Cristo.
Los actos propios del penitente son los siguientes:
1. examen de conciencia;
2. La contrición o arrepentimiento ( que es perfecta cuando está motivada por el amor a
Dios,
imperfecta cuando se funda en otros motivos),
3. incluye el propósito de no volver a pecar.
4. La confesión, que consiste en la acusación de
los pecados hecha delante del sacerdote;
5. La satisfacción, es decir, el cumplimiento de
ciertos actos de penitencia que
el
confesor impone al penitente.
Los efectos del Sacramento de la Penitencia son:
1. La reconciliación con Dios y, por
tanto, el
perdón de los pecados;
2. La reconciliación con la Iglesia;
3. La recuperación del estado de gracia, si se había perdido;
4.La remisión de la pena eterna merecida causa de los pecados mortales y, al menos en parte, de las penas temporales que son consecuencia del pecado.
5. La paz y la serenidad de conciencia
y el consuelo del Espíritu,
6. El aumento de la fuerza espiritual para el
combate cristiano.
La confesión de los pecados graves es el único modo ordinario de obtener el perdón.
Los obispos y los presbíteros ejercen el poder de perdonar los pecados en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Las indulgencias son la remisión ante Dios de la pena temporal merecida por los pecados
ya
perdonados en cuanto a la culpa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario