miércoles, 5 de noviembre de 2014

ORDEN SACERDOTAL

EL SACRAMENTO DEL ORDEN
Es aquél mediante el cual, la misión confiada por Cristo a sus apóstoles, sigue siendo ejercida por la Iglesia hasta el fin de los tiempos.
Con la consagración (Ordenación) se entra a forma parte de la jerarquía. Un don singular del Espíritu Santo permite ejercer una  potestad sagrada al servicio del Pueblo de Dios en nombre y con la autoridad de Cristo.
“Sólo Cristo es el verdadero sacerdote; los demás son ministros suyos” .
El sacramento del Orden se compone de tres grados:
  1. el episcopado, 
  2. el presbiterado y
  3.  el diaconado.

La ordenación episcopal da la plenitud del sacramento del Orden hace al Obispo legítimo sucesor de los Apóstoles, lo constituye miembro del Colegio episcopal y le
 confiere los oficios de enseñar, santificar y gobernar.

La unción del Espíritu  marca al presbítero con un carácter espiritual indeleble, lo configura a Cristo sacerdote y lo hace capaz de actuar en nombre de Cristo Cabeza.

El diácono es ordenado para el servicio de la Iglesia, y lo cumple bajo la autoridad de
 su obispo, en el ministerio de la Palabra, el culto divino, la guía pastoral y la caridad.
En cada uno de sus tres grados, el sacramento del Orden se confiere mediante la imposición de las manos sobre la cabeza del ordenando por parte del Obispo, quien pronuncia la solemne oración consagratoria.
Corresponde a los obispos válidamente ordenados, en cuanto sucesores de los Apóstoles, conferir los tres grados del sacramento del Orden.
Sólo el varón bautizado puede recibir válidamente el sacramento del Orden.
Nadie puede exigir su recepción; se debe ser considerado apto por la autoridad de la
Iglesia. Para el episcopado se exige siempre el celibato.
La ordenación confiere un carácter indeleble: por eso no puede repetirse ni conferirse por un tiempo determinado.
En el ejercicio del ministerio sagrado los sacerdotes actúan en la Persona de Cristo
Cabeza y en nombre de la Iglesia.
Por tanto, el sacerdocio ministerial se diferencia esencialmente, y no sólo en grado, del sacerdocio común de los fieles. 

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